lunes, julio 17, 2006

Películas sin Fin

Toco con los dedos el dulce pelaje que de tantas buenas aventuras se alimentaron, hasta cubrir mucho mas de lo que el tiempo me permite divisar.
A pesar de que el ser humano, acostumbrado a no sentir lo que desea realmente, saco de mi pecho cada noche puñales de todo aquel pelaje que no pude acariciar de nuevo en mi regreso a la tierra hacedora, al barro de donde tantos como yo fuimos moldeados a la orilla del mar luminoso, y sangrando en mi lecho, divago ahogado en historias que acabaron sin recuerdos y otras muchas que no recuerdo si acabaron.
Busco en mi mente mas primitiva mundos maravillosos en los que encuentro aquellas vidas que alimentaron mi mente y mi felicidad, imaginando como voy viajando de uno a otro, disfrutando del tiempo infinito que me brinda toda la eternidad y de la ilusion de la llegada y reencuentro, la satisfaccion de ver como todo es exactamente como se deja.
Pero cada mañana despego las ensangrentadas sábanas de mi pecho y encuentro la misma respuesta de siempre: "La vida es una película que pasa a gran velocidad, compuesta por instantes que se pierden apelmazados en una esquina, junto a los sueños y a los deseos".

1 Comments:

Blogger Irene M said...

que razón tienes...
que hermoso y que triste es vivir.

2:16 p. m.  

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